El Perú es un crisol de razas y culturas. Si bien algunos señalan que este es un hecho destacable y valioso de nuestro país, en términos prácticos genera una gran dificultad para moldear una estrategia global y una imagen positiva y homogénea en las diversas sociedades que conforman nuestra nación.
Siendo así, nos vemos en la necesidad de conocer y comprender la base del pensamiento social del ámbito en el que nos desenvolvemos o al que queremos impactar. Debemos evaluar las condiciones del entorno para determinar los cimientos de las creencias, percepciones, hábitos y comportamientos de los grupos objetivos de nuestro interés.
La emisión de mensajes y la selección de los canales de comunicación deben ser los idóneos para cada región del país, con contenidos y medios de difusión de aplicación general y particular.
Comunicar lo que somos, lo que deseamos y cómo pretendemos hacerlo se convierte en un propósito complejo si no conocemos los componentes del mecanismo para la formación de opinión del grupo social de interés. Además, debemos considerar el impacto de los mensajes emitidos por grupos opositores a nuestros objetivos, que siempre existen.